FE, ARREPENTIMIENTO Y BAUTISMO

Devocional para el martes 22 de abril, 2025

MATUTINA Hechos 2:36-42

36 Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que á éste Jesús que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Señor y Cristo.

37 Entonces oído esto, fueron compungidos de corazón, y dijeron á Pedro y á los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

40 Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.

41 Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas.

42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.

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El bautismo como enseñanza para la iglesia cristiana llegó con Juan el Bautista, quien insistió que se bautizaran los judíos para arrepentimiento, que incluía una confesión de sus pecados que les aseguraba el perdón de ellos. El arrepentimiento consiste en reconocer el pecado, pedir perdón y cambiar la actitud. Es un cambio de parecer voluntario y sincero en la mente del pecador que lo hace apartarse del pecado. El arrepentimiento demanda una renovación del espíritu y del corazón. La fe se complementa con el arrepentimiento, por eso creemos que toda persona, antes de ser bautizada, debe haber experimentado un despertar espiritual a través de su fe en Jesucristo; es decir, la fe precede al bautismo.

Cuando leemos la Biblia, vemos que primeramente las personas, incluyendo a Simón y al eunuco etíope, creyeron, es decir, tuvieron fe, y posteriormente fueron bautizados. El bautismo, por consiguiente, tiene por objetivo demostrar que el hombre ha entendido que es pecador y necesita limpieza. El bautismo en agua es una obra de fe que identifica al nuevo creyente con la limpieza espiritual de sus pecados por la sangre de Jesucristo.

Tomado de Fundamentos doctrinales II 

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MERIDIANA Salmo 28

ATI clamaré, oh Jehová, Fortaleza mía: no te desentiendas de mí; Porque no sea yo, dejándome tú, Semejante á los que descienden al sepulcro.

2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo á ti, Cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad.

3 No me arrebates á una con los malos, Y con los que hacen iniquidad: Los cuales hablan paz con sus prójimos, Y la maldad está en su corazón.

4 Dales conforme á su obra, y conforme á la malicia de sus hechos: Dales conforme á la obra de sus manos, Dales su paga.

5 Porque no atendieron á las obras de Jehová, Ni al hecho de sus manos, Derribarálos, y no los edificará.

6 Bendito Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.

7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En él esperó mi corazón, y fuí ayudado; Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi canción le alabaré.

8 Jehová es su fuerza, Y la fortaleza de las saludes de su ungido.

9 Salva á tu pueblo, y bendice á tu heredad; Y pastoréalos y ensálzalos para siempre.

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VESPERTINA Hechos 8:12,13 

12 Mas cuando creyeron á Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

13 El mismo Simón creyó también entonces, y bautizándose, se llegó á Felipe: y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito.

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Lectura del año Biblico:

1 Crónicas 28 https://www.wordproject.org/bibles/sp/13/28.htm#0

1 Crónicas 29 https://www.wordproject.org/bibles/sp/13/29.htm#0

2 Crónicas 1 https://www.wordproject.org/bibles/sp/14/1.htm#0

Guía de oración: [Perú-Lima] y [Guinea Ecuatorial-Bata.]