EXTIÉNDETE A LO QUE ESTÁ DELANTE
- Dep. Comunicaciones
- 4 jun 2024
- 2 Min. de lectura
Devocional para el martes 4 de junio del 2024
Matutina Apocalipsis 21:10-26
Meridiana Salmo 8
Vespertina Filipenses 3:13-14
Debe ser terrible el dolor que sentirán los que no se salven cuando se den cuenta de haber perdido la gloria eterna. ¿Podrán ver ellos la ciudad celestial? ¿Podrán contemplar el gozo en el rostro de los redimidos…? Ese sentimiento de pérdida eterna debe causar un dolor irresistible. “… mas yo una cosa hago: Olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo al premio…”
¿Qué hay delante? Una ciudad que “no tiene necesidad de sol ni de luna… porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero es su lumbrera”, donde la presencia de Dios llenará nuestros más grandes anhelos. ¡Qué glorioso será cuando el mismo Dios sea nuestra alegría!, cuando nuestras almas hayan logrado la perfección. Allí recordaremos que fuimos elegidos, amados, comprados. El mismo Jesús nos limpió, nos guardó y nos glorificó.
Cada uno de estos pensamientos nos llenará de alegría y gratitud.
Allí conoceremos todas las cosas. Veremos lo que no comprendíamos, y todo lo que ahora es motivo de confusión se hará claro a la luz del Cordero. Entonces el Señor nos hará semejantes a Él. Éramos pobres y adoloridos, pero ¡que transformación!
Estábamos manchados de pecado, pero un toque de su dedo, y quedamos resplandecientes como el sol y transparentes como el cristal. Toda esa gloria procede del Cordero. ¡Estar presentes y verlo en su propia luz, al Rey de reyes y Señor de señores, es mucho más de lo que la mente humana pueda jamás imaginar! Cuando sientas duro el camino y seas tentado a mirar atrás,
¡extiéndete a lo que está delante!
LICCY FUENTES
Salmo 8
1 ¡OH Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, Que has puesto tu gloria sobre los cielos!
2 De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.
3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste:
4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites?
5 Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre.
6 Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:
7 Ovejas, y bueyes, todo ello; Y asimismo las bestias del campo,
8 Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar.
9 ¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Guía de oración: [Belice-Cayo San Ignacio] y [Panamá-Cativá]
Año Bíblico:
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