HIJOS DE DIOS
MESA DE FE - ENERO 7

HIJOS DE DIOS
Matutina: S. Mateo 5:7-9
Meridiana: Salmo 3
Vespertina: Proverbios 28:25
Si quieres ser llamado un hijo de Dios, recuerda siempre de ir regando por el sendero de esta vida la preciosa simiente de la paz. Nunca dejes que se escapen de tus labios palabras duras que puedan provocar una contienda. Lleva una vida tan sosegada y tranquila que tu sola apariencia sea como un bálsamo suave que pueda restablecer la paz aun en el lugar más turbulento.
Sigue el ejemplo del dulce Nazareno, quien vino a este mundo a establecer paz y buena voluntad entre los hombres. “Príncipe de paz” es uno de sus títulos, porque paz reflejaba su semblante. Así decía Pilatos en una de sus cartas a Herodes: “En aquella multitud en la que parecía que todos los demonios del infierno se habían dado cita para pedir su muerte, sólo el rostro de Él permanecía sereno”.
De esta manera nos enseñó que mantener la ecuanimidad, aun en las circunstancias más horrendas. Es la única forma que existe para alcanzar la victoria en las batallas con nuestro enemigo, que lucha sin cesar para hacer que perdamos el camino y nos alejemos de nuestra meta.
Esa meta gloriosa de acercarnos más a Él, al amado Jesús, que con su dulce mansedumbre nos enseña que pacificando obtendremos la preciosa bienaventuranza de ser llamados “hijos de Dios”.
Bien vale la pena cualquier esfuerzo que tengamos que hacer, porque es el más glorioso título que humano alguno pueda alcanzar en esta vida y en el siglo venidero.
-Mirta Almeida
Ser un pacificador, es ser semejante a Cristo.
Matutina: Mateo 5:7-9
7 Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia. 8 Bienaventurados los de limpio corazón: porque ellos verán á Dios. 9 Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Meridiana: Salmo 3
Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalom su hijo. 1 OH Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí. 2 Muchos dicen de mi vida: No hay para él salud en Dios. (Selah.) 3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza. 4 Con mi voz clamé á Jehová, Y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.) 5 Yo me acosté, y dormí, Y desperté; porque Jehová me sostuvo. 6 No temeré de diez millares de pueblos, Que pusieren cerco contra mí. 7 Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío: Porque tú heriste á todos mis enemigos en la quijada; Los dientes de los malos quebrantaste. 8 De Jehová es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)
Vespertina: Proverbios 28:25
25 El altivo de ánimo suscita contiendas: Mas el que en Jehová confía, medrará.
AÑO BÍBLICO:
Año Bíblico:
Génesis 21, 22, 23
GUÍA DE ORACIÓN:
Cadena de Oración por País y Localidad:
[E.U. Diócesis Sur-Tampa] y [Brasil - São Paulo-Sp]